miércoles, 9 de enero de 2013



Esto solo puede pasar en está mágica costa. En una noche de tormenta el yate quedó varado en la playa. Su capitán, un viejo almirante inglés ni se enteró, hubieron de despespertarlo. Iba cargado de ron y navegaba por otros imaginarios mares.





No hay comentarios:

Publicar un comentario